Empieza la aventura

Tiempos difíciles

Por Luciana Sanchez

Después de algunos retrasos con el papeleo, nos dieron las llaves de la nueva casa a mediados de Enero y nuestro bebé iba a nacer a finales de Febrero. Esto era justo lo que yo más temía cuando tomamos la decisión… 

Queríamos una casa antigua, grande y con potencial. Esta es de 1920 y estaba en muy malas condiciones, siendo prácticamente inhabitable. Las moquetas eran viejas y olían a polvo, los enchufes se caían a trozos y las paredes estaban decoradas con papel de los años 70. No es la situación ideal cuando tienes un bebé en camino y quieres que todo esté limpio y perfecto. Recuerdo leer en blogs cómo las madres dejaban sus habitaciones de bebé preparadas y perfectas antes del parto y me veía a mí inmersa en este caos y me daban ganas de llorar…

Después he escuchado muchos casos de parejas embarazadas que cambian de casa en el último momento… ¡Supongo que cambiar de casa siempre es difícil!

Acción

Como quejarse no valía de mucho, nos pusimos manos a la obra nunca mejor dicho. Sabíamos que lo primero que teníamos que hacer era la instalación eléctrica porque era lo más destructivo y el cableado y los enchufes estaban muy viejos, así que el mismo día en el que entramos recibimos la visita de un par de electricistas que vinieron a darnos presupuesto.

Rediseñar la instalacción eléctrica no es tan fácil como parece, porque para hacerlo bien ya tienes que tener una idea de la distribución de la casa en el futuro, para decidir dónde colocar los enchufes, interruptores, cableado para las televisiones, etc. 

Somos de los que pensamos que es mucho mejor planear un proyecto bien al principio, para evitar tener que invertir más en el futuro al cometer errores. Así que la primera semana nos la pasamos haciendo distribuciones en nuestro programa de Luciana Sanchez, revisitando todas las habitaciones con los planos en mano y tomando decisiones.

 

Habitación de matrimonio con el suelo levantado para meter el cableado

¿Qué implica cambiar la instalación eléctrica?

Pues implica levantar todos los suelos, abrir canales en las paredes para pasar el cableado y agujeros para los enchufes e interruptores, teniendo que enyesar posteriormente y esperar a que el yeso se seque para poder pintar las paredes.

Y sí… implica que durante semanas estuvimos viviendo con la mínima electricidad, sólo pudiendo encender una bombilla en nuestro «cuarto-salón-habitación donde hacíamos toda nuestra vida».

Para desplazarnos por la casa por las noches (y en Inglaterra en Enero sobre las 4 de la tarde ya es de noche), tuvimos que usar lámparas de emergencia de las que se usan en las obras.

Nuestra "habitación" que se fue moviendo de una a otra mientras avanzabamos con la instalación

Sentimientos enfrentados

No os voy a engañar, esta primera fase del proyecto se me hizo muy dura por estar embarazada ya de 9 meses.  Como podéis imaginar, cada agujero en el suelo era un riesgo, y aunque me gustan los retos, no podía evitar pensar que en cualquier momento podía ponerme de parto y tendría que volver con un recién nacido a casa en estas circunstancias…lo que me producía PÁNICO.

Os dejo algunas fotos de nuestra casa en las peores condiciones:

El pasillo, un reto para una embarazada de 9 meses
canales en las paredes. Perdonad la falta de luz, no teníamos
DSC_0330
Cables colgando de todas las esquinas

Y vosotros, ¿alguien está en una situación parecida? 

Si es así, os animamos a que penséis en el resultado final, en lo bonita que quedará vuestra casa una vez que el trabajo esté hecho… ¡Mucha paciencia y positivismo! Pronto os sentiréis orgullosos y todo merecerá la pena.

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